Domingo, 21 de marzo 2021
DOMINICAL
Cultura
JOSE VARALLANOS
Corrían
los años setenta en Huánuco, una ciudad tranquila en la que dos entrañables
amigos decidieron reunirse en su plaza mayor. José Varallanos y Esteban
Pavletich, tomaron un taxi con dirección al cerro Pomares, al llegar, ambos
amigos abrazados, con los brazos abiertos contemplaron Huánuco, no se sabe
cuánto tiempo permanecieron así, solo que, al retroceder hacia el taxi, no
dieron la espalda a Huànuco. Esa sería la última vez que visitaron la tierra
que los vio nacer.
Jose Varallanos, nació en Huánuco el 20 de
marzo de 1907. Vivió su infancia en Jesús (Lauricocha). Estudió secundaria en
el Colegio de Minería. En 1926, junto a su hermano viajaron a Lima e ingresaron
a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Se graduó como Doctor en Derecho
y siguió estudios de Filosofía, Historia y Letras. Viajó a Europa y
estudió durante varios años en el Archivo Real de Sevilla donde consolidó su
identidad con Guamán Poma de Ayala, así como con su dignidad y conducta.
Han transcurrido 114 años del nacimiento de
José Varallanos y queremos recordar su vida y obra, de manos de otro gran
maestro Edmundo Panay lazo. Quien lo describe como la más clara y precisa
expresión de andinidad, el representante genuino de nuestro mestizaje.
“Era un señor de voz profunda, y enérgico al
hablar, te podía estar tratando con efusividad, pero él hablaba así, poniendo
énfasis siempre. Su espíritu de huanuqueñidad envolvió cada una de sus palabras
y cada uno de sus actos”, recuerda Edmundo Panay, que ya lo admiraba desde el
colegio, de joven decidió visitarlo en su oficina de la Victoria, ahí nacería
su gran amistad.
Historia de Huánuco, es la obra más conocida
y la más difundida de Varallanos. ¿Por qué es importante?
Por qué nos lleva al encuentro con el patrón
cultural mestizo de Huánuco, somos producto de la fusión de dos culturas, inca
y europea. Nos hace entender que el mestizaje, no es solo una visión racial,
sino cultural. El descubre los patrones de nuestra identidad mestiza, ratifica
y consolida la idea clara de que no hay cultura superior, sino diferentes.
¿Fue un defensor del hombre andino?
Por supuesto, es uno de los que enarbola la
bandera para defender los valores de la cultura andina, empieza a demostrar,
luchar y enfrentarse a quienes querían hacer ver al hombre andino como un ser
inferior, limitado, sin posibilidades de desarrollo. Es uno de los que empieza
a demostrar lo contrario y que la cultura europea no es una cultura superior.
Cuando hablamos de andinidad, estamos hablando no solo de una filosofía, sino
de la defensa de una cultura.
Varallanos sostenía que el lugar de
nacimiento es una circunstancia. ¿Qué opina?
Por supuesto, el hombre no determina su lugar
de nacimiento. Su identidad está determinada por el lugar donde establece su
vida y desarrolla su existencia y asimila un patrón cultural. Nosotros
desarrollamos nuestra vida en Huánuco entonces somos culturalmente huanuqueños,
nuestra identidad es huanuqueña. La identidad comprende las acciones que el
hombre desarrolla, en determinados momentos o la entrega en el transcurso de
toda su vida. Por eso decía, “Dime qué has hecho por Huánuco y te diré si eres
huanuqueño”, tiene toda la razón, “obras son amores y no buenas razones” en eso
estamos de acuerdo con el inmortal don José Varallanos.
“Varallanos tiene una virtud que es la
firmeza de sus conceptos, no hay ambigüedad en su expresión, es un cholo
sincero. Por encima de todo fue maestro, un gran maestro de huanuqueñidad, es
el título mayor que se le puede dar por encima de sus títulos académicos que
tuvo, fue el maestro de la andinidad”, expresa Panay Lazo con emoción al
recordar sus días de tertulia con un anisado.
Varallanos fue Senador por Huánuco desde 1956
hasta 1962, en su labor parlamentaria legisló La Ley de Expropiación de
Paucarbamba y San Luis; la Ley de creación del Instituto Superior Pedagógico
“Marcos Durán Martel”entre otros.
Varallanos y Pavletich a pesar de estar en
tiendas políticas distintas y de profesar diferentes credos ideológicos fueron
muy amigos. “Los amigos compartían que alguna vez habrá que hacerle una
apología al shucuy reivindicandolo, shucuy es ser valiente, valeroso, digno,
debemos aprender a amar la choledad, nuestro mestizaje”, afirma finalmente
Edmundo Panay.
Un 31 de diciembre de 1996, su fructífera
existencia se apagó, tristemente para un pueblo por el que dio su vida. Hoy que
observa nuestros rumbos desde la eternidad, sus obras han quedado como un gesto
y símbolo de su gran amor. Varallanos aún vive y para demostrarlo hay que
conocer su gran legado.
PRINCIPALES OBRAS
Ensayo:
Bandoleros en el Perú (1937). Narra la vida y
obra de personajes andinos que defendían el orden y la justicia desde su
concepción.
El Derecho Inca según Guamán Poma de Ayala
(1943)
El Derecho Indiano a través de la “Nueva
Crónica” y su influencia en la vida social peruana (1946)
Legislación Indiana Republicana (1947)
La aplicación del Código de Indias en el
Perú.
Historia de Huánuco (1959). Topografía,
geografía, prehistoria e historia de la conquista, emancipación y república de
Huánuco.
El cholo y el Perú (1962). Obra de carácter
sociológico que trata sobre el mestizaje en el Perú, como fenómeno cultural.
Guamán Poma de Ayala: cronista, precursor y
libertario (1978). La vida y la obra del cronista de origen huanuqueño, la
importancia de su obra como expresión de denuncia contra los abusos de la
dominación española.
El Cóndor Pasa. Vida y obras de Daniel Atomía
Robles (1988). Vida y obra de Daniel Alomía Robles, los fundamentos de su
andinidad.
Poesía
El hombre del ande que asesinó esperanza
(1928).
Ciencia de la paloma y el trébol (1931).
Primer cancionero cholo (1931).
Categoría de la angustia (1939).
Elegía en el mundo (1940).
El caudal de los años (1972).