domingo, 5 de enero de 2025

ORBITA HUAMALIANA

Domingo, 5 de enero 2025

DOMINICAL 

Historia y Cultura

                             DANZA DE HUANUCO: LOS NEGRITOS


Orígenes

La danza de Los Negritos, es la expresión artística más popular y representativa de la región Huánuco, sus orígenes se remontan hasta cuando los hombres de color fueron traídos al Perú desde Cafre y otros pueblos del África para los trabajos en las haciendas, en la minería y en los conventos; siendo una de las manifestaciones culturales de mayor arraigo en el Perú, por ello el  5 de enero del 2021 fue declarado por el Ministerio de la Cultura  como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.

Los orígenes de la danza se remontan a la época colonial, estrechamente ligados al trabajo de los esclavos africanos en las haciendas huanuqueñas. El ritmo de la danza refleja la dureza del trabajo en los campos agrícolas y evoca el esplendor y la opresión de la época virreinal. Como mencionan diversas fuentes, el valle de Huánuco albergó uno de los primeros ingenios azucareros del Perú (1549), refiere en apuntes de Garcilazo de la Vega.


La influencia española también es innegable. José Varallanos destaca la conexión con las danzas moriscas españolas del siglo XVI, evolucionando de una danza guerrera a una representación suntuosa y cortesana, incorporando elementos como la Adoración y la Despedida. La música, inicialmente basada en flautas, bombos y cascabeles, se enriqueció posteriormente con instrumentos de viento, platillos, cadenas de plata y campanillas, creando una banda sonora única y vibrante (Varallanos, 1987). Esta fusión de culturas africanas y españolas dio lugar a una danza singular, que refleja la complejidad de la identidad huanuqueña.

La danza de Los Negritos, es la expresión artística más popular y representativa de la región Huánuco; siendo una de las manifestaciones culturales de mayor arraigo en el Perú, por ello el  5 de enero del 2021 fue declarado por el ministerio de la cultura  como patrimonio cultural inmaterial de la nación.

Sin embargo, por esos curiosos quiebres que dan las tradiciones, ha pasado a ser un festivo modo de expresar cariño al Niño Jesús, evocando a través del ritmo cadencioso de su danza el esplendor de pasadas épocas virreinales. Constituye también una genuina expresión de la alegría de los negros esclavos por su libertad y emancipación.

Con el correr de los años los hombres de color fueron exterminándose, por lo que tuvieron que ser reemplazados por los mestizos y luego por lo blancos. Como la danza era de los negritos, éstos tuvieron que confeccionarse máscaras.

CUADRILLA DE NEGRITOS DE LLATA

Esta danza tradicional huanuqueña, nacida en la hacienda azucarera de Andabamba, se expande en la región , para adorar al Niño Jesús, Llata pueblo histórico y tradicionalista, acostumbra festejar la fiesta del Niño por casas o familias en fechas preestablecidas que empieza el 20 / 21 de diciembre con la presentación de los jijas  en víspera,  luego los negritos en víspera y noche con pantalón azul, y dia central pantalón blanco.

La vestimenta originaria de los auténticos negritos de Huánuco también se replicaba en pueblos aledaños, Llata de l siglo XIX y hasta mediados del siglo XX tenía  este disfraz:

Los Negritos: Esta danza bastante elegante la ejecutan los actuantes desplazándose en seis o más parejas masculinas, bailando con singular elegancia (Huarahua), cubiertos sus rostros con máscaras relucientes de cuero negro con auténticas expresiones de hombres de origen africano, ojos grandes y labios gruesos (getón).

Llevan en la boca bombillas de plata que les sirve de sorbetes, se cubren la cabeza con sombreros de paja, adornado en la parte frontal con penacho de varios colores y cintas que terminan colgándoles por la espalda, cotones bordados con hilos de oro, plata y lentejuelas, pecheras, camisa blanca, corbata roja, pantalón color azul en la víspera y blanco en el día adornadas en los extremos con franjas bordadas de color rojo, en las manos sendas chicotillas de cuero adornadas con aros de plata en cuyo extremo llevan sonoras campanillas de bronce.

Patrón:  Que patentiza al Hacendado hombre blanco,  viste con elegante terno ceremonial color azul, camisa blanca, corbata roja. Cubre la cabeza un sombrero de tipo colonial denominado "zara". Lleva en la mano un bastón enchapado, adornado con cintas de diferentes colores; banda ancha por el hombro de color rojo con bordados, terminadas en gruesas borlas de hilo de oro, guantes blancos de fina calidad, máscara con rasgos de raza blanca.

La Dama o Patilona: Viene a ser la pareja del Patrón, baila con vestido largo de seda muy elegante a la usanza virreinal, enjoyado con collares, aretes, pulseras, anillos, todos de oro, peinetas, guantes finos color blanco y una sombrilla. Esta pareja se desplaza con gallardía dentro de la comparsa.

El Abanderado: Cubre su rostro una máscara con expresión de raza blanca, birrete adornada con cintas de colores distribuidos en todo el perímetro, camisa de mangas anchas color generalmente verde, pantalón corto bombacho por encima de la rodilla, medias largas, zapatillas, capa con los colores verde, amarillo y rojo, en la mano derecha lleva un fete (látigo) quien se desplaza con saltos entre los danzarines simbolizando la libertad.

El Corochano:  Representa a aquel personaje hidalgo, personaje de larguísima barba que representa a un viejo de la nobleza española, quien con su matraca en una mano y látigo en la otra, agita constantemente, gasta bromas al público y asusta a los niños, viste de raída levita de color azul o negro, en los hombros lleva charreteras doradas, cubriendo la cabeza un sombrero de copa cilíndrica, adornadas con cintas de colores, camisa blanca con corbata roja, pantalón blanco o azul oscuro, máscara de cuero color blanco y guantes blancos.

Los Caporales: Dos figuras centrales, no solo guían la danza con sus pasos, sino que encarnan la fuerza y la experiencia. Sus máscaras, elaboradas en cuero y charol, no solo representan rasgos fisonómicos de los esclavos mandingas (ojos saltones, labios gruesos), sino que transmiten una intensidad que refleja la historia de opresión y resistencia. El pañuelo multicolor anudado a su cuello añade un toque de color y vitalidad a la seriedad de sus expresiones.

Durante la celebración de la Navidad y Pascua de Reyes los integrantes de la comparsa bailan por las calles de la ciudad ante la admiración de la población, con el lucimiento de sus vestimentas, agilidad y destreza al compás de una música Afro-Hispana que sigue a la comparsa.

Club Prov. Huamalíes
LA TERGIVERSACIÓN DE LA DANZA LOS NEGRITOS

Esta danza que nace en los ingenios del valle de Pillco, en la época de la colonia, con el transcurrir sufrió cambios en vestimenta, coreografia y música debido a la competencia con el nacimiento de las cofradías, Llata no fue ajeno a ello, gracias a una entrevista que se hizo a uno de esos actores conseguimos valiosa información:

El 12 de enero de 1959 cerraba el mes festivo el Niño de la Familia Gargate que vivía en el Jr. Leoncio Prado de Llata, Don Valentín el patriarca había nombrado  como mayordomo a un joven galán de su vecina al Maestro Manuel Morales encargado de la construcción de la capilla de la Virgen del Carmen, ese año  el arquitecto se propone presentar por primera vez los negritos de Huánuco como un reto para lograr la aceptación de una bella dama llatina Nelly Meza, para tal desafio logra convencer  para que bailen el resto de sus compañeros y trabajadores (todos huanuqueños) en efecto los caporales fueron Morales y Ordoñez, secundado por Olavarría y compañía; todo una novedad la presentación de los negritos al estilo Huánuco vestimenta multicolor, música y banda huanuqueña, Yo chiuchi recuerdo como si fuera ayer aquel aquella presentación . Ah por su puesto la pretendida le dio el sí a Mañuco, luego se casaron tuvieron hijos hoy viven en sus cuarteles de invierno como dos tortolitos Don Manuel y Doña Nely en la ciudad de Huánuco.

Esta danza, en el tiempo no ha tenido continuidad en la ciudad de Llata, se ha detenido momentáneamente, ahora se está bailando "Los Negritos de Huánuco". Sin embargo en el Club Provincial Huamalíes los buenos y auténticos Huamalianos desde hace 30 años tiene institucionalizado y con mucho orgullo podemos decir que somos el último bastión de los auténticos negritos de Huánuco.

Como epilogo a esta nota “Todo tiempo Pasado fue mejor, más aun si honramos esa memoria manteniendo la tradición” no somos ajenos al cambio, pero sin perder la línea y eso es la originalidad.   

 


 

DESARROLLO DE LAS FESTIVIDADES:

Las festividades navideñas se inician la segunda quincena de diciembre hasta la primera quincena

de enero de cada año.

En la ciudad de Llata la mayoría de las familias tienen en su hogar al Niño Jesús, listo para cuando las familias tienen que armar su nacimiento en honor a la Natividad. Momento en el que también se organizan las misas en la Iglesia matriz.

Los encargados de organizar las comparsas de los Negritos son los Mayordomos, personajes que asumen su función con un año de anticipación; es decir, durante el último día de la presentación de los Negritos, se comprometen para desempeñar el cargo (trucay) el siguiente año.

El nuevo Mayordomo antes de las fiestas busca los mejores bailarines de la ciudad y una vez asumido el compromiso, envía al potencial bailarín el Shogay (ruego) consistente en una fuente de picante de cuy entero, acompañado de bollos, biscochuelo, pan de maíz y una jarra de chicha de jora. El bailarín por su parte tendrá que alquilar su disfraz correspondiente y acudir a los ensayos.

Los Negritos de Víspera salen por la tarde anterior a la misa de día siguiente, a recorrer las calles de la ciudad demostrando destreza en sus desplazamientos y donaire al son de la banda de música.

El Pachahualachi se ejecuta a las 5 de la madrugada anterior a la misa, sale la comparsa trasnochada, recorriendo las calles con melodía especial y en las equinas los danzantes simulan la embriaguez con piruetas propias a los borrachitos, la población todavía soñolienta sale a contemplar con alegría la ejecución de este ritmo.

El día de la misa la familia, se prepara con toda pompa para el traslado de la imagen del Niño Jesús a la iglesia, acompañado por la comparsa de Los Negritos que entonan la música de Adoración, seguido por familiares, amigos y público, sahumadores, no faltan los cuetecillos, cohetes que realza la fiesta.

Concluida la misa, el retorno es de la misma forma que el traslado. En el hogar de la familia se sirve el famoso ponche de cocos, acompañado de biscochuelo, bollos y pan de maíz.

Terminado el desayuno, la comparsa de los Negritos ejecuta en el patio el baile correspondiente en honor al Niño Jesús y de los asistentes, con una melodía característica que hace vibrar los corazones de todos los presentes.

Finalizan el baile con un juego que consiste en coger a los niños y adolescentes para que chicotilla en mano los negritos hacen saltar con las voces de Saltaropé, Brincaropé, Araropé, so pena de recibir latigazos en caso de resistencia.

Luego la Comparsa sale a las calles a dedicar el baile al pueblo Llatino, que siguen a la danza con desborde de alegría. Por la tarde se ejecuta el Trucay (cambio), o sea, quien asumirá la Mayordomía el siguiente año.

Luego, con el nuevo mayordomo, se recorre las calles al compás de la banda que entona el pasacalle y el ayhuallá (despedida). La multitud se desborda de alegría, en espera del próximo año.

Por : Ernesto Trujillo Amado

Colaboradores: Sadí Dávila

                              Luis Serrano

Fotos:                   Javier Fonseca