domingo, 2 de diciembre de 2018

ORBITA HUAMALIANA

Domingo, 2 de dic. 2018
 CULTURAL

RESPONSABILIDAD SOCIAL
(Compartida y Asumida)
Por: Luis Barrenechea Martel
Cuando en el año 2000, algunos alcaldes, líderes sociales, gerentes y responsables de las áreas de relaciones institucionales de grandes empresas extractivas, especialmente petroleras, fuimos convocados a Caracas por el proyecto Business Parthner for Development (BPD), financiado ente otros por el gobierno del Reino Unido, este enunciado: “Responsabilidad Social” estaba aún por descifrarse. Es decir, saber su alcance o legalidad, y el temor o conveniencia de tratarlo abiertamente. Meses más tarde en Londres, en la clausura del programa, la Ministra Clara Short apoyaría abiertamente nuestro planteamiento de que había llegado la hora de compartir.

En un congreso del proyecto Business and Social Responsability (BSR), en Miami dos años después, el tema ya tenía forma, aunque el fondo seguía lejano. Fue entonces cuando escuchamos a una joven líder brasileña, que a los 14 años fue por primera vez a la escuela, senadora electa del gobierno del presidente Lula; algo que removió la poca conciencia social de muchos empresarios, dijo: “Antes del 11 de setiembre, una pequeña parte de la población mundial creía haber encontrado el camino, sin retorno, hacia un futuro diferente con dinero de plástico, alta tecnología, información al instante, conocimiento privilegiado, y altas capacidades. Afirmaban que más del 80% de la humanidad había perdido el tren del desarrollo, inevitablemente, entre ellos África y América Latina.
No sabían, decía ella, que la trayectoria del camino que habían elegido, era circunferencial y no recta. Ese día, los de avanzada impactaron con la cola; con los que habían dejado atrás con ese mundo de hace siglos, mesiánico, totalitario, sin derechos para la mujer y niños bomba”.
En el Perú, el historiador Jorge Basadre nos había enseñado, en una lección no aprendida, que estábamos en el país de las oportunidades perdidas. Nuestros pueblos no desarrollaron con el caucho, salitre, guano de las islas, petróleo o la pesca; solo ganaron los empresarios y los gobiernos absolutamente centralistas.
Por eso, muchos alcaldes lideramos un arduo trabajo en la búsqueda de una nueva Ley de Canon; con el apoyo de empresarios mineros, congresistas, ONG y otros actores sociales. Gracias a ello, hoy el gobierno central comparte los recursos que recauda, con regiones y municipios, que siempre administraron pobrezas. Se ha iniciado así la tarea de aprender a invertir buscando el desarrollo, desde y más allá de la minería.
En una era globalizada, donde las buenas prácticas, los derechos y las responsabilidades se difunden; -no es subversivo- proponer una alianza estratégica real entre los tres actores principales y permanentes de una industria extractiva: “El estado administradora del sub suelo, la empresa privada, y el propietario de las tierras superficiales, mayormente comunidades campesinas o nativas”.
Creemos que, solo y únicamente, si estos tres sectores o socios, se reconocen mutuamente el derecho a compartir beneficios y responsabilidades durante toda la vida del proyecto, desde la prospección hasta el cierre de las operaciones, podremos hablar de un desarrollo empresarial y social, estable y sustentable.
La estabilidad social y el desarrollo basados en esta nueva concepción de la responsabilidad social, se reflejarán en mayores y mejores utilidades.
Se concretará una alianza estratégica real, sumando sabidurías y capacidades, superando asimetrías y sobre todo, evitando la injerencia de actores ajenos no amigos del desarrollo ni la estabilidad social. Obligándonos también, a una mayor responsabilidad ambiental.
Ing. Luis Barrenechea Martel
– Ex alcalde de Huallanca.
-Ex presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades
Impactadas por la Minería.
– Promotor del Grupo de Diálogo Nacional Minería y Desarrollo.
-Gerente de Desarrollo de Gestora de Negocios e Inversiones GNI.
– Empresario Ganadero

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