CULTURAL
RESPONSABILIDAD
SOCIAL
(Compartida y Asumida)
(Compartida y Asumida)
Por: Luis Barrenechea Martel
Cuando
en el año 2000, algunos alcaldes, líderes sociales, gerentes y responsables de
las áreas de relaciones institucionales de grandes empresas extractivas,
especialmente petroleras, fuimos convocados a Caracas por el proyecto Business
Parthner for Development (BPD), financiado ente otros por el gobierno del Reino
Unido, este enunciado: “Responsabilidad Social” estaba aún por descifrarse. Es
decir, saber su alcance o legalidad, y el temor o conveniencia de tratarlo
abiertamente. Meses más tarde en Londres, en la clausura del programa, la
Ministra Clara Short apoyaría abiertamente nuestro planteamiento de que había
llegado la hora de compartir.
En
un congreso del proyecto Business and Social Responsability (BSR), en Miami dos
años después, el tema ya tenía forma, aunque el fondo seguía lejano. Fue
entonces cuando escuchamos a una joven líder brasileña, que a los 14 años fue
por primera vez a la escuela, senadora electa del gobierno del presidente Lula;
algo que removió la poca conciencia social de muchos empresarios, dijo: “Antes
del 11 de setiembre, una pequeña parte de la población mundial creía haber
encontrado el camino, sin retorno, hacia un futuro diferente con dinero de
plástico, alta tecnología, información al instante, conocimiento privilegiado,
y altas capacidades. Afirmaban que más del 80% de la humanidad había perdido el
tren del desarrollo, inevitablemente, entre ellos África y América Latina.
No sabían, decía ella, que la trayectoria del camino que habían elegido, era circunferencial y no recta. Ese día, los de avanzada impactaron con la cola; con los que habían dejado atrás con ese mundo de hace siglos, mesiánico, totalitario, sin derechos para la mujer y niños bomba”.
No sabían, decía ella, que la trayectoria del camino que habían elegido, era circunferencial y no recta. Ese día, los de avanzada impactaron con la cola; con los que habían dejado atrás con ese mundo de hace siglos, mesiánico, totalitario, sin derechos para la mujer y niños bomba”.
En
el Perú, el historiador Jorge Basadre nos había enseñado, en una lección no
aprendida, que estábamos en el país de las oportunidades perdidas. Nuestros
pueblos no desarrollaron con el caucho, salitre, guano de las islas, petróleo o
la pesca; solo ganaron los empresarios y los gobiernos absolutamente
centralistas.
Por
eso, muchos alcaldes lideramos un arduo trabajo en la búsqueda de una nueva Ley
de Canon; con el apoyo de empresarios mineros, congresistas, ONG y otros
actores sociales. Gracias a ello, hoy el gobierno central comparte los recursos
que recauda, con regiones y municipios, que siempre administraron pobrezas. Se
ha iniciado así la tarea de aprender a invertir buscando el desarrollo, desde y
más allá de la minería.
En
una era globalizada, donde las buenas prácticas, los derechos y las
responsabilidades se difunden; -no es subversivo- proponer una alianza
estratégica real entre los tres actores principales y permanentes de una
industria extractiva: “El estado administradora del sub suelo, la empresa
privada, y el propietario de las tierras superficiales, mayormente comunidades
campesinas o nativas”.
Creemos
que, solo y únicamente, si estos tres sectores o socios, se reconocen
mutuamente el derecho a compartir beneficios y responsabilidades durante toda
la vida del proyecto, desde la prospección hasta el cierre de las operaciones,
podremos hablar de un desarrollo empresarial y social, estable y sustentable.
La
estabilidad social y el desarrollo basados en esta nueva concepción de la
responsabilidad social, se reflejarán en mayores y mejores utilidades.
Se concretará una alianza estratégica real, sumando sabidurías y capacidades, superando asimetrías y sobre todo, evitando la injerencia de actores ajenos no amigos del desarrollo ni la estabilidad social. Obligándonos también, a una mayor responsabilidad ambiental.
Se concretará una alianza estratégica real, sumando sabidurías y capacidades, superando asimetrías y sobre todo, evitando la injerencia de actores ajenos no amigos del desarrollo ni la estabilidad social. Obligándonos también, a una mayor responsabilidad ambiental.
Ing.
Luis Barrenechea Martel
–
Ex alcalde de Huallanca.
-Ex presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades
Impactadas por la Minería.
– Promotor del Grupo de Diálogo Nacional Minería y Desarrollo.
-Gerente de Desarrollo de Gestora de Negocios e Inversiones GNI.
– Empresario Ganadero
-Ex presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades
Impactadas por la Minería.
– Promotor del Grupo de Diálogo Nacional Minería y Desarrollo.
-Gerente de Desarrollo de Gestora de Negocios e Inversiones GNI.
– Empresario Ganadero
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