Viernes, 7 de julio 2023
JUANA
MORENO
LLATA, PRIMER GRITO LIBERTARIO DE 1777 -HUAMALÍES-HUÁNUCO
“La historia es la memoria de las
naciones, para un pueblo el recuerdo, un pueblo sin pasado es un pueblo inerte”
INTRODUCCIÓN
Normalmente
las rebeliones no son consideradas dentro de la historiografía peruana, ni los
más preclaros historiadores como Paz Soldán hace mención a esta insurgencia
indígena ocurrido en Llata capital del Corregimiento de Guamalíes.
Juna
Moreno la aguerrida luchadora de este tumulto es rescatado de un puñado de
valientes mestizos y criollos para iconizarla y darle un sitial, ubicarla al
lado de mujeres heroínas que ofrendaron
su vida en pro de la independencia. Para satisfacción nuestra hurgando la
historia encontramos a Juana Moreno en la galería de 22 mujeres “Heroínas de la
Independencia” en el libro del antropólogo Llatino Dr. Abdías Jara Espinoza
(2017) corroborado en la monografía de dos investigadoras Érika Almenara y
Nátaly Villena con ocasión del bicentenario patrio, mencionan a : Micaela
Bastidas, María Parado de Belido, Ana Tomasa Tito Condemayta, Juana Moreno,
Ventura Ccalamaqui, Rosa Campusano, Manuela Sáenz, Matiaza Rimachi, hnas. Toledo entre otras.
MOVIMIENTO DE INSURGENCIA EN LLATA
En el
siglo XVII, XVIII la organización política del virreinato componía de
intendencias, gobernaciones, corregimientos en Huánuco, Huamalíes, Tarma,
Conchucos, Huaylas, y Cajatambo.
El
Corregidor, peninsular nombrado por el virrey para administrar su jurisdicción,
poseídos de una vorágine de ambición y usaría cometieron muchos abusos con los
indígenas, rescato un fragmento de Varallanos “Historia de Huánuco”, Los
informes de los remensuradores, visitadores y las crónicas de los viajeros, no
esconden este germen de la rebelión al calificar a esas gentes como de “natural
alzadas y muy dadas a la revuelta”.
Todos
estos abusos culminaron con las exacciones del Corregidor de Huamalíes don
Ignacio de Santiago y Ulloa, hombre ambicioso y sin escrúpulos, no tenía otra mira
que hacer dinero, dando los cargos a sus parientes y convirtiendo el
corregimiento en su granjería. Era un hombre déspota, orgulloso de trato duro
con los indios y mestizos cobraba impuestos y tributos, por concepto de tierras
sembradas, por pastizales, por aguas de regadío, por paso por un puente, por
una puerta más que se obligaba a comprar sus mercaderías duplicándolos, y triplicándolos
a su antojo, y si no eran cancelados al paso del recaudador.
Corroborando
estas atrocidades, el escritor Willelmo Robles Gonzales grafica lo recopilado:
El Corregidor, Justicia Mayor presente en Llata, maltrató un día al sacristán
de la iglesia, faltó también al Cura que salió en su defensa y retornó al
asiento de Quivilla (15 Km.) dejando a la comunidad convertida en bomba de
tiempo. Tratando de evitar que ésta estallara cuando el Justicia volviera, el Cura,
por medios diversos, le había advertido que postergara su próxima visita hasta
mejores días. No volvió el Justicia,
pero envió a sus subalternos.
Aquellos
subalternos fueron el Tnte. Crnel. Domingo De la Cajiga y Cap. Milicias Joseph
De la Cajiga (Provincia de Huamalíes -Esbozos Geohistóricos).
El 7 de
julio de 1777, con motivo de celebrarse
la fiesta patronal San Santiago, se congregó mucha gente y en esta ocasión,
llegaron también de Quivilla don Domingo
y Joseph De la Cajiga para aprovechar el cobro de tributos,, alojándose en la
casa de Matías Ramírez esposo de Petrona Espinoza, ubicada en la primera
cuadra de la calle central, cerca a la
capilla de la Virgen del Carmen (lo que era casa de María Lafaex, hoy Comisaría
de la PNP), el pueblo enterado de la llegada de estas autoridades, se
amotinaron furiosos alrededor de la casa gritando y tirando piedras, los Cajiga
opusieron resistencia y amenazando de
matar al Cura don Josef Parrilla por considerarlo uno de los instigadores, pese
a ello Joseph De la Cajiga fue victimado
y don Domingo De la Cajiga en su
afán de huir por la ladera del cerro
(hoy Jirpún) fue también muerto por la
muchedumbre, y arrastrado despiadadamente los cadáveres por las calles de la
población, repartiéndose sus armas, prendas de vestir así como destruyendo todo
los documentos (recibos) de la cobranza de los tributos.
Esta
insurgencia continuó hasta el mes de setiembre del mismo año, extendiéndose por
los pueblos de Miraflores, Puños, Punchao, Singa, Chavín organizándose en grupos armados
aprovisionados de armas y pólvora para atacar a las tropas del corregidor don
Domingo de Santiago y Ulloa quien vivía en Quivilla. (apuntes de la Dra. Luz
Merino Jaimes con datos recopilados del archivo de la nación).
Detalla
Varallanos: a Joseph De la Cajiga lo
victimaron con su propia arma, luego de haberse batido con Tadeo Guillén: que
Agustín Aguilar, quitó las armas y prendas de vestir a don Domingo, que la
mujer Juana Moreno, había terminado de victimar al mismo con su cuchillo; y que
el mestizo Ramón destruyó los papeles y
recibos de cobranzas de los occisos, que Manuel Cayetano “habría chupado la
sangre” de don Domingo, que la casa donde se alojaron había sido apedreada, saqueada
e incendiada por la muchedumbre alzada, etc…”(1959-441).
Enterado
de la gravedad de los hechos, el Corregidor don Ignacio De Santiago y Ulloa en
forma precipitada y furtiva, huyó hacia Lima disfrazado de mujer por la ruta
Chiquián-Huacho. Al saberse en Lima de los trágicos sucesos y que la rebelión
se extendía por otros pueblos del corregimiento, alarmado el Virrey Guirior prepara
una expedición armada de 50 hombres que debía aunarse más refuerzos de Tarma.,
al mando del Capitán de la Guarnición del Callao, don Juan Savage, acompañado
por su asesor el Jurisconsulto don Gabriel Gallo, las tropas represivas
ingresaron a Llata en el mes de setiembre, poniéndose a órdenes del Corregidor interino
don Juan de Echevarría.
Aporta
Fileno Dávila en su libro( Llata y el Movimiento Libertario de 1777): Pese a la
impiedad y fiereza de las acciones de pacificación los insurrectos continuaron organizándose,
hasta que el 28 de diciembre del mismo
año, se produjo un dantesco incendio en el pueblo de Quivilla, dejando en
escombros 19 casas donde se almacenaba armas, municiones, telas, hilos, ropas,
tintes, coca y productos de manufactura
del obraje, siendo la quema con particular malicia sin poder conocer a los
autores del incendio, quedando la firme
presunción y responsabilidad de los tumultuados.
Varallanos
acota (Historia de Huánuco): Según los referidos actuados judiciales, los
autores inspiradores y ejecutores principales del “levantamiento” fueron: el
Cura de Llata don Josef Parrilla, don Juan Salcedo, Manuel Cayetano, Jorge
Sánchez, José Arquíñigo (el conchocano), Agustín Aguilar, Tadeo Guillén, Juana
Moreno, Ramón el Mestizo o Barbero, Félix Jaimes, Antonio Valdivia, Raymundo
Estacio, Felipe Picón, Juan de Dios Montalvo, Matías Ramírez, Raymundo Rojas,
Antonio Espinoza, Antonio de Salas, Dionisio Rubina, Juan Céspedes, y otros.
Savage y
Gallo condenaron a mas de 70, de ellos 13 a la pena de muerte, 52 a prisión,
por delitos de tumulto, sedición, homicidio y rebelión, actos penados igual
para mestizos e indios, actos que nunca fueron probados y sin embargo
injustamente y y arbitrariamente se les condena.
Los
actuados de este sumario fueron elevados en estado de “súplica” o apelación
ante la Real Sala de Crímenes de Lima, conduciéndose a la Real Cárcel de Lima a
los siguientes condenados, mientras se resolvía su estado de apelación.
Juan
Salcedo condenado a destierro perpetuo a la Isla de Juan Fernández en N Chile,
por fabricar pólvora, Manuel Cayetano, Jorge Sánchez, José Arquíñigo, Tadeo
Guillen, Ramón Aguilar, Raymundo Estacio, Felipe Picón, Andrés Livia, Juan de
Dios Montalvo, Matías Ramírez, condenados a presidio, Juana Moreno la ´única
mujer condenada a muerte. Raymundo Rojas, Antonio Espinoza, Dionisio Rubina,
Félix Jaimes, Antonio Valdivia, Juan Céspedes, condenados a pena de cárcel, Esta
apelación permanece en la Corte de la Real Sala de Lima abandonados sin
resolver, los reos sin recursos con una misera ración que cada 25 días se les
asignaba.
Después
de casi tres años los reclusos Jorge Sánchez, José Arquíñigo, Agustín Aguilar,
Tadeo Guillen, solicitan por escrito y por intermedio de sus apoderados se
agilicen sus casos, asi como lo hace Juana Moreno que apela hasta en 3
oportunidades.
Como
corolario de estos acontecimientos reconocemos que la
historia de nuestro pueblo al igual que la historia de todos los pueblos del
mundo, se han entretejido con la valiente participación y valiosa colaboración
de las mujeres. Juana Moreno apresada, y
Petrona Espinoza quién por ser esposa de Matías Ramírez y dueña de la casa
donde hospedaron a los Cajiga sus bienes fueron confiscados dejándola en
completo desamparo y miseria.
Finalmente,
nuestro cálido homenaje y reconocimiento a JUANA MORENO por su valentía
y su estoico sufrimiento, nos deja un hermoso legado de dignidad y valor.
Por: Ernesto Trujillo Amado (2023)
PDTA: Como adenda a la presentae nota, reitero mi pedido que en una oportunidad plantié : Los huamalianos estamos en deuda con ese puñado de valientes gestores de esta lucha emancipadora que las calles del C. P. Juana Moreno lleven el nombre de esos héroes del 1977, de este modo estaremos honrando la memoria de esos hombres, como los he visto en otros paises, por ejemplo en México los parques y calles llevan el nombre de sus héroes, la educación alla tiene como tarea principal el nacionalismo.