La estampa folclórica de las Pallas, nombrada «Patrimonio Cultural de la Nación»
El Día de la Virgen del Carmen, es una fecha de gran significado en muchos pueblos de Perú, y Llata, en el departamento de Huánuco, no es la excepción.
A lo largo del mes de julio, la celebración se despliega con una serie de eventos y rituales que culminan en una deslumbrante demostración de devoción, historia y cultura.
La festividad comienza desde los primeros días de julio con el plantado del palo mayor y la participación de las pallas, las protagonistas de estas celebraciones, vistiendo trajes típicos.
Las pallas, que fueron catalogadas como «Patrimonio Cultural de la Nación» en 2014, son una estampa folclórica única de la región. Durante las celebraciones, las pallas hacen varias apariciones, cada vez con un atuendo más regio y señorial, hasta llegar al día central con vestidos de gala.
La madrugada del 16 de julio, día central de la celebración, se inicia con una salva de 21 camaretazos.
El origen de esta festividad en Llata se remonta a 1746, cuando un terremoto de magnitud 8 sacudió Lima.
A raíz del desastre, muchas familias, incluyendo los De Ocaña, emigraron al interior del país llevando consigo sus santos e imágenes religiosas.
Cuando los De Ocaña llegaron a Llata, regalaron al pueblo una estatua de la Virgen del Carmen, que eventualmente reemplazaría a San Santiago como el santo patrón del pueblo después de las insurgencias libertarias de 1777.
FUENTE: Ahora
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