martes, 4 de junio de 2024

ORBITA HUAMALIANA

Martes, 4 de junio 2024

 Fallece Arturo Reyes Rosales, el Jilguero de Llata, ícono de la música vernacular peruana

Reconocido por su contribución al patrimonio cultural del Perú


Por Ernesto Trujillo. Arturo Reyes Rosales, conocido como «El Jilguero de Llata», falleció el 3 de junio de 2024, dejando un legado significativo en la música vernacular peruana. Con una carrera que abarcó casi seis décadas, Reyes Rosales se destacó como solista y cantautor, con una prolífica producción de 179 canciones, de las cuales el 90% son de su autoría. Su obra se encuentra distribuida en 22 volúmenes de discos en diversos formatos, incluyendo vinilo, casete, disco compacto, DVD, MP3 y MP4.

A lo largo de su trayectoria, Reyes Rosales recibió múltiples reconocimientos. En 2013, el Congreso de la República lo distinguió como «Personalidad Meritoria de la Cultura», destacando su mérito en la difusión de un estilo tradicional que refuerza la identidad regional y conserva el patrimonio cultural inmaterial del Perú. Este reconocimiento se sumó a otros otorgados tanto por instituciones como por municipios.

Arturo Reyes Rosales nació el 22 de diciembre de 1934 en Llata, en la estancia de Racrish, cerca de Canchas en la quebrada de Aco. Según relató, la música le viene por descendencia familiar: «Mi abuelo don Inocente Reyes fue trompetista que un día llegó a Llata contratado con una banda de Huacachi (Ancash) y se quedó prendado de una hermosa dama llatina Benita Ortega Merino, mi abuela». Su padre, Florentino Reyes Ortega, era tocachin cupacaña, y su madre, Alicia Rosales Cervantes, tenía una linda voz, formando un dúo muy solicitado.

Reyes Rosales comenzó su carrera artística el 21 de junio de 1963, aunque su primer tema, «Cárcel Pública de Llata», lo compuso en 1958. En 1964, se trasladó a Lima, donde, con el apoyo de amigos y paisanos, pudo incursionar profesionalmente. En aquella época, los postulantes debían pasar un examen en la Casa de la Cultura y matricularse como intérpretes en el municipio. «Recuerdo, a cargo de INC estaba un paisano nuestro Josafat Roel Pineda y como evaluador el maestro del charango Jaime Guardia, normalmente los postulantes tenían que cantar 20 canciones para aprobar, bueno a mi caso don Jaime me aprobó en la cuarta canción», relató Reyes Rosales.

A lo largo de su carrera, Reyes Rosales se presentó en diversos escenarios, incluyendo el coliseo 2 de Mayo y el coliseo nacional. A pesar de que los folkloristas no eran bien vistos en esa época, su talento y perseverancia le permitieron ganar aceptación en la sociedad limeña. «Gracias a la labor de Luis Pizarro Cerrón poco a poco fuimos admitidos en la sociedad limeña», comentó.

Reyes Rosales expresó su gratitud hacia Dios y el cariño del público, aunque mencionó que recibió menos apoyo de las autoridades. «Como ves acá en mi sala tengo cantidad de trofeos que testimonian el cariño de mi gente», dijo. Entre sus presentaciones más memorables, destacó su actuación en la Casa del Maestro en Llata y en el prestigioso local María Angola en Miraflores, donde fue aplaudido por un público diverso.

El Jilguero de Llata también fue invitado a presentarse en San Marcos (Huari), donde el alcalde huaripampino lo llevó a su pueblo para cantar durante tres horas continuas. «El público no quería que baje del escenario», recordó. Además, compartió una anécdota de una fiesta patronal en Camilaca, donde una admiradora le confesó su amor y le relató cómo su canción «Treinta leguas» había influido en su vida.

Reyes Rosales recibió reconocimientos significativos a lo largo de su carrera, tanto a nivel nacional como internacional. En 2011, fue reconocido en el Congreso junto a personalidades del arte y la cultura. En 2013, con ocasión del Día Mundial del Folklore, fue galardonado por la Ministra de Cultura como Patrimonio Inmaterial. En 2016, el Instituto Nacional del Folklore «José María Arguedas» le hizo una distinción, y en 2019, obtuvo una pensión vitalicia.

Sus canciones, que evocan un lirismo vivencial y costumbrista, han sido una fuente de inspiración para muchos. «Mi fuente de inspiración ha sido las mujeres, por ello tengo muchas canciones dedicadas a ellas», explicó. Algunas de sus canciones en quechua contienen metáforas que invitan a la reflexión, como «La Celosa».

Reyes Rosales expresó su orgullo por su tierra y su Club Deportivo Aurora, rechazando ofertas de trabajo en otros lugares para permanecer en su tierra natal. «Soy huanuqueño y moriré en mi tierra», afirmó. En cuanto a cómo quisiera ser recordado, dijo: «Está resumido en mi tema ‘Mi última canción’ que no lloren por mí, sino canten debajo de mi tumba, y un epitafio que diga: Aquí canta el Jilguero de Llata».

Dato:

El 21 de abril de este año, paisanos, amigos, el Municipio de Huamalíes y el Club Provincial Huamalíes le ofrecieron un festival artístico en el Coloso del Huaralino en Lima Norte, donde pudo percibir el calor de su gente. Este homenaje en vida fue un presagio de su partida, dejando un legado imborrable en la música vernacular peruana.

FUENTE: Ahora

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