domingo, 13 de agosto de 2017

ORBITA HUAMALIANA

Domingo, 13 de agosto 2017
Cultural
Introducción: 
A Huánuco en su 478 aniversario, es oportuno  rescatar extracto de un trábajo de investigación  del Instito Superior Daniel Alomía Robles, cuya autoría pertenece al ing. Tomás Flores Leyva.
Huánuco y la Génesis de la identidad cultural andina
 Huanuco es fundada el 15 de agosto de 1539 con el nombre de Huánuco de los Caballeros. El capitán extremeño Gómez de Alvarado y Contreras, a nombre del Rey de España, fundó lo ciudad de León de Huánuco en el mismo lugar donde se alzaba la famosa urbe inca-yarowilca de Wuanuko, es decir, en la planicie de Huanucopampa, o 140 Km de su actual ubicación. Cuenta la historia que a los pocos meses de este solemne acto y a causa del hostigamiento e incursiones del caudillo Inca Illathupac, los conquistadores europeos optaron por trasladar la ciudad al valle del Pilco, siendo los artífices de la empresa el propio Gómez de Alvarado y Contreras y el capitán Pedro Barroso.

En 1615 Felipe Guaman Poma de Ayala, escribe Nueva Crónica y Buen Gobierno, sobre la conquista del Perú.
Fue Amarilis en 1621 y su Epístola a Belardo en que se expresa el exquisito sentir romantico.
Fueron en Huánuco los patriotas  precursores Gabriel Aguilar Nalvarte y Juan José Crespo y Castillo, quienes buscaron liberarse del yugo opresor español.
El 15 de diciembre de 1820, ocurre la primera jura de independencia, tras una serie de levantamientos en Huamalies, Huallanca y Ambo.

En nuestra republica, Huánuco contribuye con una pujante población emprendedora y de un poder creativo innato e inquieto en la búsqueda del conocimiento, con una Pléyade de intelectuales e historiadores como el sabio Mariano Dámaso Beraun, Adalberto Varallanos precursor del Vanguardismo, nuestro mas preclaro héroe de la guerra del Pacifico el Crl. Leoncio Prado,    el Dr. Hermilio Valdizán Medrano, el geógrafo Javier Pulgar Vidal, el Dr. y Cronista Virgilio López Calderón, el novelista Esteban Pavletich, el antropólogo Cesar Fonseca Martel, quien estudia la distribución de pisos ecológicos para el establecimiento de sistemas productivos en los andes, siguiendo la metodología de Jhon Murra; también destaca Victor Domínguez Condezo (Vedoco) señalando los desencuentros de la  cultura andina y española.
Cuando aun los indios no tenían noción de lo que era un estado nación peruano. Como un presagio de la unidad peruana, preámbulo de una próxima Unidad Indoamericana o Panamericana, aparece en la narrativa  López Albujar, a través del personaje Aparicio Pomares de Chupan que, dice:  “Hace cuatro años que me tomaron en Huánuco y me metieron al ejército y me mandaron a pelear al sur con los chilenos. Y fui a pelear llevando a mi mujer y a mis hijos colgados del corazón. ¿Qué iba a ser de ellos sin mí? Todos los días pensaba lo mismo y todos los días intentaba desertarme. Pero se nos vigilaba mucho. Ya en el sur, una vez que supe por el sargento de mi batallón por qué peleábamos, y vi. que otros compañeros, que no eran indios como yo, pero seguramente de mi misma condición, cantaban, bailaban y reían en el mismo cuartel, y en el combate se batían como leones, gritando ¡Viva el Perú! y retando al enemigo, tuve vergüenza de mi pena y me resolví a pelear como ellos. ¿Acaso ellos no tendrían mujer y guaguas como yo?. Y como oí que todos se llamaban peruanos, yo también me llamé peruano. Unos peruanos de Lima; otros peruanos de Trujillo; otros peruanos de Arequipa; otros peruanos de Tacna. Yo era peruano de Chupán... de Huánuco”.
Es a través de su propia historia como Aparicio Pomares descubre que la identidad peruana está en cada uno de sus habitantes, en el sufrimiento común ante una causa adversa como el protagonista rechaza la antigua división del Perú entre mistis e indios y como rechaza la identificación que hacen los indios entre blancos e indios.
Al final del relato el narrador descubre que, al igual que pensaba el protagonista, que el Perú no puede prescindir de los indios, pues ellos han sido los causantes de la victoria ante el invasor; y es donde surge la tesis de que es necesaria la unión de todos, indios, mestizos y blancos para la construcción de un Perú justo y libre. Huánuco, cuna de héroes e hidalgos, acababa de ser libertada por los humildes shucuyes del Dos de Mayo.
Otro significativo aporte, fue el compositor nacionalizado peruano Rodolfo Holzmann Zanger y sus destacados discípulos del Instituto Superior de Música Publico Daniel Alomía Robles: maestros Ghandy Olivares Figueroa y Melvin Taboada Bolarte, que rescatan las melodías mantenidas desde sus ancestros por el pincullero Llatino Prof. Fileno Dávila Gabriel (31) y en sus estudios de etnomusicologia  andina,  buscan potenciar la creatividad artística, con una reflexión-critica y  conservar nuestro acervo cultural tradicional .con la finalidad de contrarrestar la terrible y vergonzosa alineación cultural  que destruye nuestra identidad cultural. Otra contribución a la música andina se da a través del maestro Félix Arturo Caldas y Caballero con la Banda Sinfónica y el Coro Polifónico del maestro Esio Ocaña Igarza del ISMP “Daniel Alomía  Robles”. Desde los 50’s persiste un verdadero icono popular Don Felix Sanchez   cuyos arpegios impecables evocan nuestro pasado andino milenario. En los 60’s y 70’s destaca en la difusión de la música popular y costumbrista de Los Negritos de Huanuco la “Sonora Zapata”  de Don Abilio Magro e hijos y en la música rock los Walkers. y los Kelkas. Posteriormente, en los 90’s  el grupo fusión “Pata amarilla”,  luego Pelo D’ Ambrosio con su éxito “Alpakitay”.
Entre los aportes de la música huanuqueña a la música andina, tenemos:
-Una percepción vivencial de un profundo amor a la vida, a la tierra, al trabajo campesino, a la tenacidad y al espíritu solidario e indómito Generalmente cordial con la naturaleza y con pinceladas de melancolía por alejamiento de su lugar de origen.
-Un conjunto de mudanzas, que se inician con un pasacalle uniforme y alegre, que se estructuran en cuadrillas que desarrollan energía y perseverancia para obtener la victoria o el reconocimiento de los espectadores, en cada mudanza destacan escenarios de derroche de destreza y aguante, de habilidad, de afán de competencia que terminan en una fuga de despedida o ayhualla.


En los temas musicales,  Cuando Salí de mi tierra y en Huanuqueñita pretenciosa (huayno)
 -Su contenido temático cubre episodios de tipo agrícola, pastoril, ritual, guerrero y sentimental de alto grado de expresividad, sin caer en lo cursi o vulgar de la decadente expresión chicha o combi, de pobreza expresiva que cae en el. monólogo, propio de conciencias que perdieron su identidad , aisladas y standarizadas, inmersas en la multitud anónima y sometidas a un destino que les es impuesto subliminalmente y que no son capaces de superar con la decisión de un proyecto de desarrollo de la identidad cultural.
 -Su acento es armónico y sano, acompañante de la vida y su recreación, con un carisma vivencial y cierta picardía con animo constructivo.
 -De una exquisita sensibilidad que guarda armonía y simetría expresada en sus silabeos algo alargados o extendidos.
 Sin embargo, fue Daniel Alomía Robles, un acucioso viajero e investigador quien  logra plasmar en su obra, el mestizaje musical y establece en la zarzuela andina “El cóndor Pasa” un sentir Panamericano, que amalgama el sentir huanuqueño, regional (Jauja, Cusco, Lima), nacional y trasciende en el espacio sudamericano (Argentina, Bolivia, Ecuador), centroamericano (Panamá) y norteamericano (Nueva York).


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