Cultural
Introducción:
A Huánuco en su 478 aniversario, es oportuno rescatar extracto de un trábajo de investigación del Instito Superior Daniel Alomía Robles, cuya autoría pertenece al ing. Tomás Flores Leyva.
Huánuco y la Génesis de la identidad cultural andina
Huanuco es fundada el 15 de agosto de 1539 con
el nombre de Huánuco de los Caballeros. El capitán extremeño Gómez de Alvarado y Contreras, a
nombre del Rey de España, fundó lo ciudad de León de Huánuco en el mismo lugar
donde se alzaba la famosa urbe inca-yarowilca de Wuanuko, es decir, en la
planicie de Huanucopampa, o 140
Km de su actual ubicación. Cuenta la historia que a los
pocos meses de este solemne acto y a causa del hostigamiento e incursiones del
caudillo Inca Illathupac, los conquistadores europeos optaron por trasladar la
ciudad al valle del Pilco, siendo los artífices de la empresa el propio Gómez
de Alvarado y Contreras y el capitán Pedro Barroso.
En 1615 Felipe Guaman Poma de Ayala, escribe Nueva Crónica
y Buen Gobierno, sobre la conquista del Perú.
Fue Amarilis en 1621 y su Epístola a Belardo en que se expresa
el exquisito sentir romantico.
Fueron en Huánuco los patriotas precursores Gabriel Aguilar Nalvarte y Juan
José Crespo y Castillo, quienes buscaron liberarse del yugo opresor español.
El 15 de diciembre de 1820, ocurre la primera jura de
independencia, tras una serie de levantamientos en Huamalies, Huallanca y Ambo.
En nuestra republica, Huánuco contribuye con una pujante población
emprendedora y de un poder creativo innato e inquieto en la búsqueda del
conocimiento, con una Pléyade de intelectuales e historiadores como el sabio
Mariano Dámaso Beraun, Adalberto Varallanos precursor del Vanguardismo, nuestro
mas preclaro héroe de la guerra del Pacifico el Crl. Leoncio Prado, el Dr. Hermilio Valdizán Medrano, el geógrafo
Javier Pulgar Vidal, el Dr. y Cronista Virgilio López Calderón, el novelista
Esteban Pavletich, el antropólogo Cesar Fonseca Martel, quien estudia la
distribución de pisos ecológicos para el establecimiento de sistemas
productivos en los andes, siguiendo la metodología de Jhon Murra; también
destaca Victor Domínguez Condezo (Vedoco) señalando los desencuentros de
la cultura andina y española.
Cuando aun los indios no tenían noción de lo que era un
estado nación peruano. Como un presagio de la unidad peruana, preámbulo de una próxima
Unidad Indoamericana o Panamericana, aparece en la narrativa López Albujar, a través del personaje Aparicio
Pomares de Chupan que, dice: “Hace
cuatro años que me tomaron en Huánuco y me metieron al ejército y me mandaron a
pelear al sur con los chilenos. Y fui a pelear llevando a mi mujer y a mis
hijos colgados del corazón. ¿Qué iba a ser de ellos sin mí? Todos los días
pensaba lo mismo y todos los días intentaba desertarme. Pero se nos vigilaba
mucho. Ya en el sur, una vez que supe por el sargento de mi batallón por qué
peleábamos, y vi. que otros compañeros, que no eran indios como yo, pero
seguramente de mi misma condición, cantaban, bailaban y reían en el mismo
cuartel, y en el combate se batían como leones, gritando ¡Viva el Perú! y
retando al enemigo, tuve vergüenza de mi pena y me resolví a pelear como ellos.
¿Acaso ellos no tendrían mujer y guaguas como yo?. Y como oí que todos se llamaban
peruanos, yo también me llamé peruano. Unos peruanos de Lima; otros peruanos de
Trujillo; otros peruanos de Arequipa; otros peruanos de Tacna. Yo era peruano
de Chupán... de Huánuco”.
Es a través de su propia historia como Aparicio Pomares descubre que la identidad peruana está en cada uno
de sus habitantes, en el sufrimiento común ante una causa adversa como el
protagonista rechaza la antigua división del Perú entre mistis e indios y como
rechaza la identificación que hacen los indios entre blancos e indios.
Al final del relato el narrador descubre que, al igual que
pensaba el protagonista, que el Perú no puede prescindir de los indios, pues
ellos han sido los causantes de la victoria ante el invasor; y es donde surge
la tesis de que es necesaria la unión de todos, indios, mestizos y blancos para
la construcción de un Perú justo y libre. Huánuco, cuna de héroes e hidalgos,
acababa de ser libertada por los humildes shucuyes del Dos de Mayo.
Otro significativo aporte, fue el compositor nacionalizado
peruano Rodolfo Holzmann Zanger y sus destacados discípulos del Instituto
Superior de Música Publico Daniel Alomía Robles: maestros Ghandy Olivares Figueroa y Melvin Taboada Bolarte,
que rescatan las melodías mantenidas desde sus ancestros por el pincullero Llatino
Prof. Fileno Dávila Gabriel (31) y en
sus estudios de etnomusicologia andina, buscan potenciar la creatividad artística, con
una reflexión-critica y conservar
nuestro acervo cultural tradicional .con la finalidad de contrarrestar la
terrible y vergonzosa alineación cultural que destruye nuestra identidad cultural. Otra
contribución a la música andina se da a través del maestro Félix Arturo Caldas
y Caballero con la
Banda Sinfónica y el Coro Polifónico del maestro Esio Ocaña
Igarza del ISMP “Daniel Alomía Robles”. Desde
los 50’s persiste un verdadero icono popular Don Felix Sanchez cuyos arpegios impecables evocan nuestro
pasado andino milenario. En los 60’s y 70’s destaca en la difusión de la música
popular y costumbrista de Los Negritos de Huanuco la “Sonora Zapata” de Don Abilio Magro e hijos y en la música rock
los Walkers. y los Kelkas. Posteriormente, en los 90’s el grupo fusión “Pata amarilla”, luego Pelo D’ Ambrosio con su éxito
“Alpakitay”.
Entre los aportes de la música huanuqueña a la música
andina, tenemos:
-Una percepción vivencial de un profundo amor a la vida, a
la tierra, al trabajo campesino, a la tenacidad y al espíritu solidario e indómito
Generalmente cordial con la naturaleza y con pinceladas de melancolía por
alejamiento de su lugar de origen.
-Un conjunto de mudanzas, que se inician con un pasacalle
uniforme y alegre, que se estructuran en cuadrillas que desarrollan energía y
perseverancia para obtener la victoria o el reconocimiento de los espectadores,
en cada mudanza destacan escenarios de derroche de destreza y aguante, de habilidad,
de afán de competencia que terminan en una fuga de despedida o ayhualla.
En los temas musicales, Cuando Salí de mi tierra y en Huanuqueñita
pretenciosa (huayno)
-Su contenido temático cubre episodios de tipo agrícola,
pastoril, ritual, guerrero y sentimental de alto grado de expresividad, sin
caer en lo cursi o vulgar de la decadente expresión chicha o combi, de pobreza
expresiva que cae en el. monólogo, propio de conciencias que perdieron su
identidad , aisladas y standarizadas, inmersas en la multitud anónima y
sometidas a un destino que les es impuesto subliminalmente y que no son capaces
de superar con la decisión de un proyecto de desarrollo de la identidad
cultural.
-Su acento es armónico y sano, acompañante de la vida y su
recreación, con un carisma vivencial y cierta picardía con animo constructivo.
-De una exquisita sensibilidad que guarda armonía y simetría
expresada en sus silabeos algo alargados o extendidos.
Sin embargo, fue Daniel Alomía Robles, un acucioso
viajero e investigador quien logra
plasmar en su obra, el mestizaje musical y establece en la zarzuela andina “El
cóndor Pasa” un sentir Panamericano, que amalgama el sentir huanuqueño,
regional (Jauja, Cusco, Lima), nacional y trasciende en el espacio sudamericano
(Argentina, Bolivia, Ecuador), centroamericano (Panamá) y norteamericano (Nueva
York).
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