Domingo, 31 de enero 2021
DOMINICAL
Cultural
Compartimos con nuestros lectores, la introducción de un ensayo literario cuyo autor es el Mag. César Espinoza Claudio, él es profesor de la facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM.
César es Huanuqueño, Huamaliano y Llatino, ha realizado trabajos de investigación social en nuestra región, ha desenmarañado aquel legado histórico de Huamalíes como colonia y la época republicana cuya trayectoria y valía poco lo conocemos. Y justamente por ello, cuando se elaboró el proyecto actos celebratorios por el Bicentenario de Huamalíes, se proyectó hacer un libro, en ello propuse incluir a Dr. Espinoza, lástima esta comisión tomó otro rumbo, no sabemos que harán, estamos ad portas (12 de febrero) ,nuestras autoridades tienen la palabra, esperamos no sean insulsa y aburrida so pretexto de la pandemia..
Mineros y comerciantes en los Andes Centrales del Alto Marañón
Anotaciones sobre la cruzada victoriosa del capital mercantil y el impacto del liberalismo gaditano entre Llata y Huallanca: 1775-1830 César Espinoza Claudio UNMSM
Introducción: En este ensayo abordamos el estudio de un microespacio regional poco estudiado por la historiografía nacional. El territorio y la población que examinamos son las nacientes del valle del Alto Marañón ocupado por pueblos, comunidades, indígenas, haciendas, estancias ganaderas y empresas mercantiles entre finales del siglo XVIII y la emergente república del siglo XIX. Reconstruimos y exploramos la estructura sociopolítica virreinal del corregimiento y la subdelegación que funcionan durante el régimen político de los Borbones, la experiencia política gaditana y el proceso político de nacimiento de la república en el Perú. Estudiamos los tiempos de tranquilidad y de conflictos sociales entre una variedad de agentes históricos antiguos y recientes como los líderes y pueblos indígenas, la población criolla asentadas en la villa de Llata y el asiento minero de Huallanca con el objetivo de conocer sus dinámicas, alianzas políticas y convivencias con la nobleza limeña. Este trabajo de investigación ha sido posible realizarlo consultando fuentes manuscritas y de archivos de Lima, Huánuco y Llata, acompañado de un trabajo etnográfico realizando viajes cortos en varias ocasiones a finales del siglo XX.
La región de los Huamalíes entre los Yngas y la República naciente del siglo XIX
El trabajo que ahora exponemos forma parte de otros ensayos ya difundidos en la revista Investigaciones Sociales en la que se explora otras dimensiones de la historia de Huamalíes. En un principio nos preguntábamos si en verdad existía la «regionalidad huamaliana» y que elementos o variables la identificaban en el tiempo y en el espacio en los Andes del Perú central. Hombres de la ciudad y del campo están convencidos de la existencia de una cultura milenaria, en la que la memoria colectiva está asociada a in espacio de quebradas cordilleranas, a la vigencia de una variedad del quechua, a los mitos del Yacha, a la acción justiciera de Juana Moreno, y a los rituales simbólicos de una diversidad de grupos de danzantes provenientes de los pueblos altoandinos del Alto Marañón. Pero ¿Desde cuándo? ¿Y cuáles son los cambios y las permanencias durante los tiempos de la colonia y la República? Estamos pues frente a ¿mitos o realidades que permanecen en la memoria de los pueblos o discursos representativos construidos en el siglo XX? Veamos algunos apuntes sueltos a modo de ubicación de nuestro tema de investigación.1 En el conjunto de la sierra central andina, este microespacio territorial de Huamalíes mantiene una singularidad histórica y actual ya que dos complejos económicos rodean a este espacio social: la minería de Antamina y los cocales de Monzón. Estamos pues en una coyuntura histórica en la que los espacios geográficos han sido subdivididos para satisfacer la demanda internacional de materias primas por el mercado internacional globalizado. En este juego complejo de los negocios extranjeros se halla enclavado este microespacio de Huamalíes concentrando mano de obra campesina y una agroganadería que subvenciona los circuitos mercantiles entre los Andes y la Amazonía del Alto Huallaga.2 Si la ganadería lanar y vacuna de Llata, los minerales de plata de Huallanca y los cocales de Monzón posibilitaron la emergencia y una disputa permanente entre los vecinos de dos villas urbanas andinas (Llata-Huallanca) a finales del siglo XVIII, para mediados del siglo XIX, una nueva elite social asentada en la microurbe de Llata, apoyada por el gobierno.