Domingo, 25 de julio 2021
DOMINICAL
Historia
Comparto con Uds. un artículo interesante que resalta el valor y patriotismo de la Mujer Peruana que afrendaron su vida en busca de la justicia y libertad. De ello nos menciona el desaparecido paisano Dr. Abdías Jara en un artículo escrito para la Revista Huamalíes.
Mujeres en la independencia del Perú
Teresa Chara De los Dios |
Muchas mujeres durante la gesta emancipadora han sido ignoradas por la historia del Perú. Por ejemplo en el caso de la rebelión de Túpac Amaru, se mencionó a Micaela Bastidas como la «esposa» de Túpac Amaru, restando protagonismo a su participación.
En
el imaginario colectivo, Micaela era la esposa, ama de casa y cuidadora de los
hijos. Se cometió una gran injusticia con ella porque se le negó el papel
protagónico en las luchas libertarias, al igualmente que a muchas mujeres que
han sido invisibilizadas por la historia del Perú y por lo tanto no existen.
Felizmente que en los últimos años, historiadores e historiadoras están
investigando y reescribiendo la historia, sumergiéndose en los archivos y
reinterpretando la historia desde una mirada mucho más equitativa.
Por
otro lado, cuando se menciona a «las rabonas» (se les llamaba así a las mujeres
que iban al final de la fila de los soldados, es decir en el «rabo»), es hablar
de un colectivo de mujeres, sin rostros ni nombres, totalmente invisibilizadas,
minimizando las labores importantes que ellas desempeñaban, esto sin mencionar
el sacrificio que hacían al alejarse de sus hijos y familiares para atender a
sus parejas, padres y hermanos.
Ellas
cargaban la leña, encendían el fuego, preparaban los alimentos, reparaban sus
descocidos uniformes, curaban a los heridos, hacían vigilias hasta que se
recuperaran y muchas otras tareas más para atender a los soldados, sin recibir
ninguna remuneración.
Es
importante también mencionar que las rabonas en algunos casos tuvieron que
vestirse de hombres para poder ingresar al campo de batalla reemplazando a sus
seres queridos heridos o fallecidos.
Muy
poco se menciona que cuando el ejército patriota perdía, ellas eran tratadas
con violencia y tomadas como trofeos, lo que significaba ser violentadas
sexualmente. De esos abominables actos, muchas quedaban embarazadas y
desprotegidas, corriendo a su suerte, desconociendo quien era el padre del hijo
producto de la violación. En esa época no existían los derechos para las mujeres,
tampoco eran consideradas ciudadanas.
Las rabonas en algunos casos
tuvieron que vestirse de hombres para poder ingresar al campo de batalla
reemplazando a sus seres queridos heridos o fallecidos.
Otra
mujer heroica fue María Andrea Parado Jayo (Huamanga) más conocida como María
Parado de Bellido, su actuación se dio en la fase de San Martín, donde llevaba
correspondencia e información apoyando al ejército. Cuando la descubrieron, no
quiso delatar a los otros compatriotas que como ella servían a la causa. Fue fusilada.
Otras
mujeres que pasaron a la historia fue Juana Moreno, huanuqueña, se enfrentó a
los abusos y excesos de cobros que hacían los encomenderos con los productos
que les obligaban a comprar. Ella ayudó a aprovisionar las armas para hacer frente
al corregidor general don Domingo de la Cajiga, ante el anuncio que cobrarían
nuevos tributos a los indígenas. La historia cuenta que la misma Juana Moreno
acabó con la vida del corregidor.
El
día 30 de junio del presente año, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables, publica en el Diario «El Peruano» la Resolución MINISTERIAL N°
173-2021-MIMP condecorando con la «Orden Emérito a las Mujeres del
Bicentenario», entre ellas a las siguientes mujeres:
En
mérito a sus actos heroicos por la gesta emancipadora del Perú:
María
Valdizán, Cleofé Ramos, María e Higinia Toledo (Las Heroínas Toledo), Tomasa
Tito Condemayta, Micaela Bastidas Puyucahua, María Andrea Parado Jayo de
Bellido, Matiaza Rimachi, Francisca Zubiaga Bernales (La Mariscala)
1. EN MÉRITO A SUS ACTOS
HEROICOS EN DEFENSA DE LA PATRIA:
Catalina
Buendía de Pecho, una mujer nacida en Ica, de raza negra, su acto heroico fue
en el distrito de San José de Los Molinos, provincia y departamento de Ica,
durante la Guerra del Pacífico. Muy poco se conoce de ella, sin embargo gracias
a la tradición oral se ha podido rescatar que ante la incursión de la tropa
chilena que empezó a disparar contra los patriotas, Catalina se presentó con
una bandera blanca pidiendo la paz.
El
jefe chileno aceptó su propuesta de paz y ella les ofreció brindar con la
«chicha de la victoria» y para que no desconfiaran, ella se sirvió un vaso y se
la bebió. Ya más confiados todos los soldados bebieron la chicha, sin embargo,
la chicha estaba envenenada con la savia del arbusto de «piñón». Al poco rato
Catalina cayó al piso al igual que el jefe de las tropas y los demás soldados
chilenos.
Historiadores e historiadoras, vienen realizando investigaciones y develando nuevos nombres de mujeres, heroínas olvidadas que serán incorporadas en la historia del Perú. Redescubrir y reescribir la historia para rendirles honores y sirvan de ejemplo y admiración. Una historia mal contada o incompleta es un atentado contra nuestra identidad y dignidad.
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