Domingo, 19 de noviembre 2017
CULTURAL
El Hombre de Lauricocha
El hombre de Lauricocha vivió en varias cuevas de la sierra de Huánuco, que fueron descubiertas y estudiadas por el ingeniero peruano Augusto Cardich entre 1958 y 1960. Estos antiguos cazadores de camélidos y cérvidos andinos nos dejaron muchos proyectiles líticos parecidos a los del hombre de Ayampitín (Argentina), lo que sugiere que formaron parte de una gran tradición lítica de cazadores avanzados de la cordillera andina.
Sin embargo, lo más relevante es el descubrimiento de 11 esqueletos humanos de cráneos dolicocéfalos (alargados). Los restos óseos se ubicaron incompletos, al parecer mutilados intencionalmente. Estos restos arqueológicos tienen una antigüedad máxima de 7 500 años a.C. Es famoso el “Entierro Nº 6” con un individuo que presentaba deformación craneana artificial del tipo tabular erecta. Estas inhumaciones permitieron la conservación de los primeros esqueletos de cazadores del Periodo Lítico encontrados en el Perú. También destacan los tres niños cuidadosamente enterrados en medio de un misterioso ritual funerario. Recibieron ofrendas como collares y chaquiras de hueso y turquesas, rodeados de piedras calientes y cubiertos por tierra de color ocre rojizo.
En la cueva de Chaclaragra, en Lauricocha, se puede observar interesantes pinturas rupestres que representan una fila de camélidos acosados por ambos extremos por cazadores que llevan lanzas. Dos de las vicuñas han sido heridas y llevan las lanzas incrustadas en su cuerpo.
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