Domingo, 6 de marzo 2016
Comparto con Uds. un artículo publicado por el periodista huanuqueño Jorge Chavez Hurtado
Realidad Nacional, un análisis estadistico de la explotación minera que no revierte aun para superar la pobreza de pueblos olvidados , requiere una equitativa distribucion del canon minero, la revisión de los contratos como lo plantea un candidato presidencial ,imaginence Llata dista solo 35 kms. al campamento minero de Antamina es el pueblo mas cercano a la explotacion minera, aspira polvo minero,incluso la minera es popietaria con uso y dominio de terrenos huamalianos, esta provincia, el año 2014 fue declarado por el gobierno (FONIE) en el quintil de extrema pobreza.
Creo es oportunidad para analizar las propuestas de los otros candidatos promotores de la inversión privada con contratos ventajosos directos responsables de esa rentabilidad que no llega.
25 AÑOS DE EXTRACTIVISMO EN EL PERÚ: RENTABILIDAD QUE NO LLEGA
En artículo anterior, precisé en cifras el aumento significativo del volumen físico de producción de los principales minerales en 25 años de extractivismo neoliberal (1991-2015), comparado con la producción de 1966-1990. Una de las causas, precisaba, era el marco legal de promoción a la inversión privada –especialmente extranjera– expedido durante el gobierno de A. Fujimori y ‘recomendadas’ por el FMI y el BM para salir de la crisis de la deuda del siglo pasado. Advertía además el riesgo que representa el extractivismo por tratarse de RR NN no renovables.
Hoy, bajo una óptica económica y con cifras de mercado de los commodities para cada uno de los 8 metales, se muestra el valor total de la producción de los dos períodos: 1991-2015 y 1966-1990, expuestos en el cuadro estadístico.
Salta a la vista la diferencia de valores entre ambos, siendo obviamente 1991-2015 el período en el cual los valores totales de cada uno de los metales es superior al de 1966-1990. De los ocho, es el oro, seguido del estaño, molibdeno y cobre, los que tienen el mayor aumento relativo; los restantes (zinc, plata, plomo y hierro) en forma descendente muestran aumentos menores. Si se toma en cuenta la suma del total de los 8 metales (última fila), el aumento global es de 8.2 veces.
Las razones que explican las diferencias son dos: la primera es el volumen físico total producido en cada período (artículo anterior). Obviamente, a mayor volumen, mayor será el valor total. La segunda es la variación de los precios de los metales: mientras que entre 1966-1990 el oro tiene una cotización promedio de 7,8 millones de dólares la TMF, en 1991-2015, la cotización promedio sube a 21,5 millones. El estaño, de 9 395 la TMF (1966-1990), sube a US$ 14 165 (1991-2015). El cobre, de US$ 1 597 la TMF, sube a US$ 4 200. Semejante suba se da con los restantes metales.
Sin embargo, lo sustantivo es lo siguiente: ¿cuánto percibe el estado peruano por su riqueza mineral extraída, por ejemplo, por impuesto a la renta? Según la SUNAT, el IR total proveniente de la minería entre 1998 y el 2015 es de 55 712 millones de soles (en US$: 17 856 millones). Pues bien, como el IR es el 30% de la renta total obtenida, se deduce que la renta total de la minería es de 59 520 millones de dólares, cifra que equivale al 21% del valor total producido por este sector entre 1998 y el 2015. Por lo tanto, en respuesta a la pregunta planteada, los 17 856 millones de dólares de IR equivalen sólo al 6,4% del valor comercial de nuestros recursos minerales. Al margen de la normatividad, ¿es este porcentaje una proporción justa y equitativa que recibe el país por los minerales que explota la empresa privada? ¿Este porcentaje posibilitará la reducción de la brecha socio-económica y el anhelado Desarrollo Sostenible? Y si los precios de los commodities siguen bajando por la crisis actual y además se nos comienzan a agotar los RR NN, ¿de dónde provendrán los ingresos nacionales para el futuro del país?
Jorge Sotelo Salas
Investigador Social CEDSUR
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