domingo, 26 de mayo de 2019

ORBITA HUAMALIANA

Domingo, 26 de mayo 2019
 
LEYENDA DE DIABLO MACHAY (DISTRITO DE LLATA)
Está leyenda sucedió en la provincia de Huamalíes, específicamente en la cueva de Anlay, que se localiza en la margen derecha del río Marañón, frente al pueblo de Culquish.
En un pueblo andino vivían dos hermanos admiradores de la música, pero no sabían tocar ningún instrumento, por lo que decidieron comprar un arpa y un violín, sucedía que nadie les quería enseñar a tocar, aunque le ofrecían pagar.
Una tarde se presentó una persona cansada de avanzada edad de enormes barbas, de mirada penetrante, con surcos en el rostro hecho por el paso de los años, su vestimenta hecho jirones, un rayado poncho con varios agujeros como si unos francos tiradores le hubiesen disparado, por favor le pidió alojamiento, compadecidos por primera vez lo recibieron invitándole a cenar; después de comer pasaron a su cuarto, el anciano al ver los instrumentos les pidió que toquen algo para amenizar la noche, ellos se negaron porque no sabían tocar, el visitante les dijo que dominaba toda clase de instrumentos musicales, para aseverar tocó el arpa, luego el violín, demostrándoles lo que sabía, dejándoles sorprendidos y ellos le pidieron que se quede una semana para que les enseñe a tocar, él se rehusó manifestando que tenía prisa.
Ante reiteradas insistencias les ofreció enseñar con la condición que dentro de una semana esperan en la cueva de Diablo Machay a las doce de la noche en punto; hecho el trato el anciano partió. Cuando llegó el día indicado los hermanos fueron a la cueva portando sus instrumentos, llegando a la hora exacta, no paso unos instantes y se iluminó la cueva donde vieron lujosos muebles, el piso estaba alfombrado, a los costados había cuatro lámparas de más de un metro cada uno, ante tanta belleza se quedaron sorprendidos, allí se presentó su amigo vestía lujosamente, afeitado lo cual les causó mucha confusión por lo que se vio obligado a hacerles una aclaración, entonces se saludaron entablando una amena conversación, les invitó un licor que jamás habían tomado, entre trago y trago les propuso que esa misma noche podrían dominar los secretos de la música si entregaban su alma, además les harían muy afortunado en el amor y en el dinero.
Los hermanos se miraron y con la ambición que sentían en ese instante aceptaron el ofrecimiento sellaron el compromiso con un estrechón de manos entregando su alma, al primer intento lo hicieron magisterialmente; para despedirse el diablo les dijo que durante 15 años podrían disfrutar de todo cuanto quisieran, cumplido la fecha regresarían en busca y esperarían en la cueva; sus deseos serían cumplidos con solo invocar ¡Lucifer te necesito eres dueño de mi alma!
Durante los 15 años los hermanos fueron amos y señores de las fiestas, tenían mujeres a discreción derrochaban dinero en distracción, firmaban contratos para tocar en diferentes lugares, eran los ídolos, nadie podía competir con ellos. Todos se admiraban del milagro que se había producido, sus instrumentos producían un sonido excepcional.
Transcurrido los 15 años y cuando llegó el día señalado pensando en su triste realidad decidieron no asistir a la cita con el fin de engañar al diablo, se fueron a la casa de un amigo a dormir, a la media noche mientras todos dormían, el diablo se los llevó, a la mañana siguiente cuando despertaron los dueños de casa los hermanos habían desaparecido con todos sus instrumentos, sin dejar noticias y nunca más volvieron a verlo.

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