DANIEL ALOMIA ROBLES
Al hablar de este compositor y
folklorista huanuqueño, nos llena de orgullo pues es el icono del pensamiento
andino hecho música, acucioso viajero
plasma en su obra el mestizaje musical y establece en su zarzuela “El Cóndor
Pasa” la expresión magna mine de libertad ; el sentir panamericano que luego trasciende en varios países de
nuestra América. ( Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá, luego Norteamérica).
Esta obra maestra se ha
universalizado, pues hoy esta melodía se escucha en diversos idiomas y por
reconocidos interpretes, es un deleite oír la interpretación a nuestra Ima
Sumac, un honor al tenor español Plácido Domingo, un regalo melódico escuchar a la banda juvenil de jovencitas japonesas.
EL CONDOR PASA
El cóndor pasa en son de libertad, por
el cielo azul,
De blancas cordilleras, nos traerá la
gran redención,
Volar en alas del amor, ya no es
ilusión
Vivir los tiempos de la paz, sea al fin
realidad.
El cielo incomparable de mi tierra,
radiante está
En las inmensas cumbres de mi tierra
lloviendo está,
Así mi noble corazón cantando está,
Así mi tierna ilusión sufriendo está,
El cóndor majestuoso de los andes,
pronto vendrá….vendrá
La vida es un canto de primavera, y
gloriosa libertad,
Flameen banderas por la esperanza de
plena felicidad.
Ya no más crueldad, guerra ni maldad
Que se empuñen rosas y olivos, pero
jamás el fusil
En la costa, selva y los andes que viva
siempre el amor.
Los niños tendrán por fin, un mundo
siempre feliz,
Cantemos fervientes el himno eterno, de
dicha paz y amistad.
Biografía
Daniel Alomía Robles nace en Huanuco el 3 de enero de 1871,
y desde los 12 años pertenecía al coro
de la Iglesia
de Las Merced, a los 13 años fue enviado a Lima
a continuar sus estudios bajo el tutelaje de un tío, que era profesor de manualidades en
el colegio Guadalupe. Pronto, conoce al
negro liberto cantor de iglesia, Don
Manuel de La Cruz Panizo
que le enseña solfeo a cambio de que le apoye en el coro en sus múltiples
presentaciones.
Su oportunidad se presenta cuando reemplaza al francés
Charles Morel de la Opera
de Paris y empieza a ganar experiencia y reputación por sus presentaciones en
Miriadante y de Rossini. Trajina por el Politeama y se emplea como comparsa y
luego enganchador de operetas como Boccacio, Doña Juanita, Fatiniza y Mascota;
luego, se pone en contacto con el
maestro Claudio Rebagliatti que le enseña composición, armonía y piano.
Se matriculó en la
escuela de medicina de San Fernando, y en uno de viajes de estudio junto dos compañeros de estudios
en Matucana toma interés en la curación de la uta con hierbas procedentes de la
montaña y deciden viajar a la selva para estudiarlas, llegando a San Luís de
Shuaro, sus compañeros se enferman y regresan a Lima. En San Luís de Shuaro
conoce al padre franciscano español Gabriel Sala, quien lo encamina hacia su
destino, proporcionándole las dos
primeras piezas musicales de la etnia
campa en su colección de música. Entonces deja el estudio de la medicina
dedicándose por entero a la música.
En 1897 se casa con una pianista cubana Sebastiana Godoy, hija de banquero cubano fruto de este matrimonio tiene
10 hijos, a uno de ellos conocimos Armando un cineasta del siglo pasado.
A los 38 años por insistencia de su esposa termina “Misa de
Gloria” dedicada a la Virgen
de la Merced,
cuya composición pidió a Rebagliatti la
dirigiera, lo cual no pudo por su estado de salud, conformándose con revisar la
composición de la cual dijo estaba buena con algunas correcciones; falleciendo
después de su revisión, la obra fue finalmente dirigida por el padre Villalba.
En 1910, Daniel Alomía Robles es presentado junto a Leandro
Alviña Miranda y el músico Castro como los descubridores de la gama penta
fónica de la música incaica, en la UNMSM.
Y a los 42 años de edad, compone en 1913 ”El Cóndor Pasa”
una zarzuela andina, en la que los hombres son notas y los hechos armonías para
expresar el sentir andino que busca la ansiada libertad, cuyo texto es de Julio
Boudouin y Paz , con un argumento revolucionario por su carácter político que
representa el canto por la ansiada libertad de la explotación del indio y del
mestizo por Mr. King, el minero
anglosajón explotador que muere aplastado por una inmensa roca arrojada
por el explotado Higinio; siendo reemplazado inmediatamente por Mr. Cup y se
reanuda la lucha, siendo el Cóndor que vuela majestuoso por los cielos de los
Andes, el símbolo de la libertad del pueblo oprimido por los anglosajones.
Daniel Alomía Robles; posteriormente, viaja a Argentina
para una presentación en el teatro Odeón, y es ahí donde el maestro Pedrelle,
le dice que su trabajo es de colección y no un folklore, por lo que afinó y
perfeccionó su técnica de clasificación y rescate de la música andina.
En 1919 a
los 48 años emigra a Estados Unidos, y
se queda por 14 años, en los que destaca en un concurso de 3,000 participantes
y ocupe el tercer lugar; la
Banda Goldman incluye sus composiciones en sus
interpretaciones.
Con motivo de la inauguración del Canal de Panamá, el
Presidente Harding propone a los peruanos
Hugo, profesor de música de la Universidad de Baltimore y a Daniel Alomía Robles
para componer una Opera de tributo, la cual seria la Illa Cori (Conquista de
Quito por Huayna Capac) que no llegaría a estrenarse al fallecer Harding siendo sucedido por Coolidge quien no apoyo
esta presentación, y también el inicio de la primera guerra mundial.
Al
consultárseles a los gobiernos e instituciones de América por los músicos que
podrían hacerse cargo de esa ópera, Brasil recomendó a Villalobos; Argentina,
Uruguay, Chile, Bolivia y Cuba recomendaron a Daniel Alomía Robles. Del Perú
respondieron a favor de Vallerriestra. Como fue favorecido por el voto de seis
naciones, se le encomendó la obra que finalmente no se llevó a cabo,
desgraciadamente.
La Unión Panamericana y el Instituto Internacional de Educación
recomiendan al gobierno peruano la publicación de las obras de Alomía Robles,
no recibiendo respuesta este pedido.
En 1933 vuelve al Perú y se le encarga la jefatura de la Sección de Bellas Artes de
Educación de Lima.
Muere a los 71 años victima de septicemia en la localidad
de Chosica. Su semblante y espíritu indómito, cual trinar de un Pilco Inmortal
(ave oriunda del Huallaga), que no
conoce el desaliento; finalmente, descansa apaciblemente dulcificado por la serenidad y
la conciencia del trabajo cumplido.
Dejó una vasta obra musical de unos 238 composiciones, entre estas “El
Indio”, “Resurgimiento de los Andes”, “El Amanecer Andino”, “Danza Huanca” y
“Alcedo y su Ballet”. Perricholi.En los
90’s su hijo Armando Robles Godoy
publica póstumamente “El Himno al sol”.
Si en Europa, fue Schiller quien aporta el hermoso Poema Oda a la Alegría, en su búsqueda de
la libertad y el genial músico Beethoven le pone la composición musical y esta
se adopto como Himno de la Comunidad Europea;
inversamente, en América aun queda por establecer el genuino bloque
correspondiente (siempre bloqueado por los intereses extra continentales de
siempre) y la adopción de un himno que aglutine y represente nuestra América
toda y que magistralmente, este sentir fue plasmado en el “Cóndor Pasa”.
El principio de la melodía es un canto de amor andino de
Jauja y fue posteriormente publicada en 1925 en Paris por los esposos
D’Harcourt en su libro “La
Música de los Incas” a 12 años después de su estreno en el
teatro Mazzi de la Plaza
Italia de Lima en que
llego a 3,000 presentaciones en 5 años. Los tres primeros compases son
idénticos a la canción jaujina, pero luego la melodía cambia totalmente y
aflora la genialidad de la fusión del compositor Daniel Alomía Robles.
Sin embargo fueron las versiones de los 60’s por el grupo
folklórico “Los Inkas” en Paris y el dúo norteamericano de Simón y Garfunkel en
1966 que lo incluyen en su albún “Puente sobre aguas turbulentas” donde alcanza
el éxito mundial, con autoría pirateada pero ante la protesta unánime estos
músicos finalmente reconocen a su verdadero autor.
“El Cóndor Pasa” ha sido declarado Patrimonio Cultural del
Perú” y el Instituto Nacional de Cultura, destaca que la obra de Daniel Alomía
Robles:”Tiene conceptos originales y fortalece
nuestra Identidad. Fusionando la tradición musical incaica con los aires
musicales del viejo mundo”.
FUENTE: Apuntes Ernesto Trujillo Amado